Lo que Me Dejó el 2024: Mi balance personal y el Inicio de un Nuevo Espacio (Google Sites)



Cuando los pequeños movimientos cambian tu vida

Cuando comenzó 2024, no tenía grandes expectativas. Quizá te sientas identificado. A veces no esperamos magia, ni giros sorprendentes, ni respuestas inmediatas. Solo queremos avanzar, un día a la vez. Y, ¿sabes qué descubrí? No necesitas un terremoto para transformar tu vida. A veces, son los pequeños movimientos, esas decisiones casi invisibles, las que terminan marcando la diferencia.
Este año me llevó a mirar hacia adentro. Ese vacío que antes intentaba llenar con la validación de otros comenzó a transformarse. No fue de la noche a la mañana, ni con grandes logros. Fue con algo mucho más valioso: paz y amor propio. Aprendí a escucharme, a ponerme en primer lugar, y a dejar atrás esa absurda idea de que mi valor depende de cómo otros me perciben.

Pero no fue fácil. Hubo momentos difíciles, como los hay siempre. Viejas heridas intentaron abrirse, fantasmas del pasado volvieron a tocar la puerta, y hubo días en los que sentí que me movía en círculos. Pero algo fue diferente esta vez. En lugar de dejarme arrastrar por esos momentos, los enfrenté. Miré el dolor a los ojos, respiré hondo, y seguí adelante.

El espejo que rompí

Durante mucho tiempo, mi reflejo no era realmente mío. Siempre había alguien en medio: alguien que definía mi valor, alguien que parecía tener más poder sobre cómo me veía que yo misma. Ese espejo distorsionado reflejaba dudas, inseguridades, y esa necesidad constante de buscar aprobación fuera de mí.

Este año decidí romperlo. No fue fácil, ¿Qué pasaba si no me gustaba lo que veía? ¿Qué pasaba si no era suficiente para mí misma? Porque mirar más allá de las grietas significó enfrentarme a cosas que había evitado. Pero, al hacerlo, descubrí que el problema nunca fue quién soy, sino cómo aprendí a verme.
Romper ese espejo fue como soltar un peso. Entendí que la validación que necesitaba siempre había estado dentro de mí. Mi valor no depende de los ojos de otros, sino de cómo elijo verme a mí misma. Ahora, cuando dudo, me recuerdo que soy suficiente tal como soy, y siempre lo he sido. Que mi valor no está en lo que otros piensan o sienten por mí. Está en cómo elijo mirarme, cómo me trato. Ahora, cuando me miro, no veo grietas ni defectos. Veo una historia, un proceso, una persona que está aprendiendo a vivir desde el amor propio.

2024 - Retos y logros

En lo profesional este año fue un desafío constante. Desde proyectos de marketing hasta edición de videos, me encontré saliendo de mi zona de confort una y otra vez. Hubo días en los que quise rendirme. Días en los que me pregunté si valía la pena. Pero cada pequeño logro me recordaba que puedo más de lo que creo.
Este año, defendí mi voz, mi trabajo, y mi espacio y aprendí que el éxito no es un lugar al que llegas, sino la paz de estar orgullosa de lo que haces y de lo que aportas.

En lo personal también aprendí a soltar. Soltar personas, relaciones y situaciones que ya no tenían lugar en mi vida. No fue fácil; nunca lo es. Pero al hacerlo, abrí espacio para nuevas conexiones y relaciones que me suman, que me hacen sentir vista, querida y apoyada. Ahora, mi círculo es más pequeño, pero también más valioso y cero decepcionante

Mi blog. Mi refugio, mi conexión, como siempre. Pero este año, escribí para mí. Para liberar pensamientos, para dar forma a emociones desordenadas, para organizarme por dentro. Sé que hay personas que leen cada palabra, incluso aquellas que, sinceramente, no deberían seguir interesadas en mi vida. Y está bien. Ahora vivo desde un lugar de seguridad y paz. Este espacio es mío y, si además sirve para acompañar o inspirar a otros, mejor aún. Saber que mis palabras pueden hacer sentir menos sola a alguien, es de las cosas más hermosas que este año me ha regalado

Cierro el año con gratitud

No porque todo haya sido perfecto. No porque haya cumplido todos mis objetivos. Sino porque incluso en los días más oscuros encontré razones para seguir adelante. Mi mayor logro este año no está en lo que hice, sino en quién me estoy convirtiendo.

No sé qué me deparará 2025. Y, ¿sabes? Prefiero no imaginarlo. Me gusta la idea de dejarme sorprender. Lo único que sé es que quiero seguir viviendo conscientemente, eligiendo con cuidado cómo reacciono y cómo me trato. Porque mientras suene la música, siempre habrá razones para bailar, para escribir nuevas historias y para descubrir quién soy, una página a la vez.

Gracias por estar aquí, por leerme, por acompañarme en este viaje. Cada uno de vosotros aporta una nota a esta melodía que escribimos juntos. Solo puedo desear que sigáis bailando al ritmo de la vida, con alegría y sin miedo a lo que venga

Antes de cerrar, una invitación especial. Mi Google Sites de autoconocimiento ya está disponible. Es un espacio que creé con cariño, dividido en reflexiones, retos personales, mis gustos y hobbies, e incluso un apartado de diario donde comparto momentos y emociones del año. Es mi forma de documentar este viaje de sanación y autovalidación, y quizás os inspire a iniciar el vuestro. El contenido irá creciendo poco a poco, pero no será visible hasta que lo anuncie nuevamente aquí. Cada nueva sección o actualización la compartiré primero en este espacio, para que siempre estéis al tanto de las novedades.

Y, por supuesto, me encantaría conocer vuestras opiniones y recibir vuestro feedback. Este proyecto es importante para mí, y vuestras opiniones lo enriquecerán aún más. Como siempre, estaré encantada de leeros y responder con todo mi cariño. Vuestras palabras son siempre bienvenidas y profundamente valoradas


Gracias por estar aquí, por leerme, y por ser parte de este camino. Juntos seguimos escribiendo esta melodía. 💖

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